Comedia musical
Varias piezas cortas, salpicadas de otras más breves, algunas minúsculas, y evocadoras canciones, que parece que nos traen y nos llevan, pero que en realidad nos pierden, en esta obra para dos actrices y dos músicos.
La relación madre e hija –y viceversa-, tan intensa, tan compleja, tan imprescindible, tan plagada de frustraciones y de emociones fronterizas, a través de varias piezas cortas, salpicadas de otras más breves y evocadoras canciones, que parece que nos traen y nos llevan, pero que en realidad nos pierden, en esta obra para dos actrices y dos músicos.
Canciones, texto y voces para madres que fueron criadas en el milenio pasado que han educado a sus hijas como han podido, entre el escándalo, la admiración y el desconcierto. Hijas que pretenden educar por la senda de la tolerancia y la libertad, pero con sentimiento de culpa. Mujeres al fin y al cabo unidas por el mismo cordón umbilical, por el vínculo más profundo que existe en la vida de toda hembra.
Y la hija se convierte en madre. Y repite desmemoriada los pecados de su predecesora.
A que voy yo y lo encuentro es un espejo sobre esta intensa relación. Para la construcción de algunas piezas se realizó un cuestionario para madres y para hijas, que circuló por las redes y al que ya contestaron más de trescientas niñas y mujeres de todas las edades. Posteriormente se celebró un Laboratorio Teatro de Espejos en el que participaron más de cincuenta mujeres y que permitió ahondar aún más en las aristas y reflejos de madres e hijas para contar esta historia.
Palabras y canciones para danzar por las distintas vidas de otras hijas y otras madres, en un laberinto de espejos que nos refleja a todas de algún modo.
Dirección y dramaturgia: Ana Graciani; Asesoría en movimiento: Andrés Acebedo; Ayudante de dirección: Ester Fernández; Producción ejecutiva: Silvia Pereira; Reparto: Chiqui Fernández y Rosa Merás; Voz: Ester Fernández; Músico: Juan Miguel Valero; Voz en off Albita: Sara Pinna; Escenografía, atrezzo y vestuario: Eleni Chaidemenaki; Ayudante de escenografía y vestuario: Gustavo Solías; Diseño de iluminación: Daniel Navarro; Espacio sonoro: Ester Fernández; Diseño del cartel: Alberto Valle/ Raquel Lobo (Harwork studio); Fotografía: Alba Pasamontes; Producción: Terriotrio Violeta, Ana Graciani, Producciones Circulares; Distribución: Producciones Circulares y Territorio Violeta.
Territorio Violeta, Ana Gracini y Producciones Circulares se han unido para la producción de “A qué voy yo y lo encuentro”, donde se habla de la relación madre-hija, tema tan íntimo como universal que ha servido de nexo para llevar a escena esta propuesta.
Territorio Violeta es una compañía especializada en la creación y difusión de proyectos culturales y espectáculos de Artes Escénicas como forma de expresión y de vida. Expertas en un teatro con mirada de igualdad, que sirva de espejo, modelo, crítica, y/o denuncia social, con espectáculos como “Arde la Yedra” o “El buen hijo” o el último “Que mujer prodigio soy” (Dramaturgas del siglo de oro), todos actualmente en gira.
Coproduce esta propuesta Ana Graciani, autora del texto que, además, asume la dirección, y Producciones Circulares, una productora especializada en la puesta en escena de textos de autores contemporáneos con más de 20 años de trayectoria y 15 espectáculos, destacando sus tres últimas propuestas, actualmente en gira: “Tres Cosas”, “¿Y ahora qué?” y “El crimen del palodú”.